La censura a los lácteos vegetales

La censura a los lácteos vegetales rechazada en Europa

La censura a los lácteos vegetales es rechazada en Europa. El Parlamento Europeo, el Consejo Europeo y la Comisión Europea rechazaron el martes, 25 de mayo, la enmienda 171, una regulación alimentaria que atentaba contra el medio ambiente y que había sido denunciada por casi medio millón de consumidores/as a través de una petición iniciada por ProVeg International.

La decisión de la UE remarca la necesidad de avanzar a dietas vegetales

La decisión de la Unión Europea (UE) refleja el consenso científico, respaldado públicamente por el IPCC, la FAO, la OMS y la Comisión EAT-Lancet, con recomendaciones unánimes en cuanto a la urgente necesidad de avanzar hacia dietas basadas en plantas. En un punto de inflexión crítico para las dietas saludables y sostenibles en Europa, la enmienda 171 ha sido retirada antes de los supertrílogos de la UE.

Esta es una victoria del sentido común. Los/as ciudadanos/as, la industria y los/as expertos/as se habían pronunciado y la UE ha escuchado. Sería absurdo censurar los productos vegetales a la vez que se dice a los/as consumidores/as que elijan una alimentación más vegetal. Sería como censurar los coches eléctricos o el papel reciclado. Aplaudimos a la UE por su acierto bajo la inmensa presión de los intereses imprudentes que van contra el medio ambiente”, explica Jasmijn de Boo, vicepresidente de ProVeg International.

La censura a los lácteos vegetales

La enmienda 171 no siguió los cauces habituales de escrutinio público

El Parlamento Europeo, la Comisión y el Consejo de Ministros iniciaron el 21 de abril los trílogos, que abarcan temas de la Organización Común de Mercados de Productos Agrícolas (OCM). Las negociaciones relacionadas con la PAC y la OCM se iniciaron en noviembre de 2020, y la enmienda 171 se anunció poco después de un compromiso público de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 55 % para 2030. La enmienda no fue sometida al proceso normal de escrutinio público a través de una evaluación de impacto o una consulta abierta, lo que provocó la protesta de los consumidores y del sector vegetal. El reglamento solo habría afectado al sector plant-based.

La censura a los lácteos vegetales fue condenada por la sociedad 

430.000 consumidores/as a través de una petición pública lanzada por ProVeg, Upfield y Oatly y apoyada por otras 96 organizaciones
21 ONG, entre ellas WWF y Greenpeace, en una carta pública
Representantes de la industria láctea
CECU (Confederación de Consumidores y Usuarios)
34 miembros del Parlamento Europeo firmaron una carta dirigida a la Presidencia Europea y a la Comisión Europea
La Asociación Europea de Consumidores (BEUC) escribió a los eurodiputados una carta para hacer campaña en contra de la enmienda
Un grupo multisectorial de 94 empresas y ONG en una carta pública
● La activista medioambiental Greta Thunberg también se pronunció en contra
La Dra. Melanie Joy pidió a la Comisión Europea y a los Estados miembros que rechacen la enmienda 171 y pongan fin a la censura de la alimentación vegetal

“La batalla no está ganada. La justicia para los consumidores y consumidoras y para nuestro planeta solo se logrará cuando los alimentos vegetales reciban por ley un trato justo en comparación al de los productos animales“, declara la Dra. Jeanette Fielding, Chief Corporate Affairs and Communications Officer de Upfield.

¿Qué habría implicado la aprobación de la enmienda 171?

En la práctica, la enmienda 171, la censura a los lácteos vegetales, habría prohibido lo siguiente:
Formatos de envases conocidos, como un cartón de leche vegetal o un bloque de margarina vegetal.
● Las representaciones visuales de los alimentos de origen vegetal si se puede considerar que “evocan” o “imitan” a los productos lácteos; por ejemplo, la imagen de un remolino de leche en un envase de bebida de avena.
Afirmaciones con base científica que comparen los alimentos de origen vegetal con los lácteos, por ejemplo, “la mitad de emisiones de carbono que la mantequilla láctea”, en todas las comunicaciones, incluidas las digitales y las redes sociales.
Información esencial sobre alérgenos, como “no contiene leche”.
Términos descriptivos útiles como “cremoso”, “mantecoso”, “utilizar como nata para cocinar” o “alternativa vegana al yogur”.

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Fotos | ProVeg

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